“No me arrepiento”, dice Noboa del asalto a la Embajada de México

Danna Salazar
Danna Salazar 16/04/2024
Updated 2024/04/16 at 9:35 AM

Por Gonzalo Martínez

Daniel Noboa, presidente de Ecuador, afirmó que no lamenta haber ordenado el asalto a la Embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, exvicepresidente durante el mandato de Rafael Correa, quien había sido otorgado asilo por el Gobierno mexicano horas antes.

En una entrevista con el canal australiano SBS, la primera desde el inicio de la crisis diplomática con México, Noboa declaró: “No me arrepiento”. A pesar de la condena internacional por violar la inviolabilidad de una sede diplomática, el presidente ecuatoriano justificó su decisión argumentando que su Gobierno considera que México fue el primero en violar convenciones internacionales.

Noboa admitió que fue una decisión difícil, pero necesaria, ya que su Gobierno tenía conocimiento de un plan para que Glas escapara. Además, criticó el uso de embajadas como refugios políticos que, en realidad, brindan impunidad a criminales.

El presidente ecuatoriano citó la Convención sobre Asilo de Caracas para respaldar su postura, señalando que no se puede otorgar asilo a personas procesadas por delitos comunes en tribunales ordinarios. Jorge Glas enfrentaba una orden de detención por presunto peculado relacionado con obras de reconstrucción después de un terremoto en 2016, así como condenas por cohecho y asociación ilícita.

Aunque Noboa afirmó que Glas recibió un juicio justo, el exvicepresidente ha rechazado las acusaciones en su contra y se ha declarado víctima de “lawfare”.

La detención de Glas dentro de la Embajada de México fue declarada ilegal y arbitraria por un tribunal ecuatoriano, pero permaneció encarcelado debido a otras condenas pendientes.

Preguntado por si lo hizo para dar una imagen de mano dura pocos días antes de la celebración de un referéndum convocado por él sobre reformas en seguridad, inversiones, justicia y empleo, Noboa comentó que quiere que lo vean como “alguien que es justo, no necesariamente como un tipo duro”.

“Si Glas hubiera escapado usando vehículos de la Embajada y aviones del Gobierno mexicano, yo habría parecido muy débil para todos. Ahora que lo he hecho, me ven como muy duro. Es difícil contentar a todo el mundo, pero la mayoría de la gente en el país está feliz con esta decisión”, declaró Noboa.

Respecto a la manera que planea solucionar la crisis con México, el presidente ecuatoriano dijo que buscará almorzar con López Obrador.

“Invitaré a López Obrador a comer un ceviche y probablemente también podemos comer unos tacos y hablar, cuando él esté listo”, manifestó.

La irrupción de las fuerzas estatales en la Embajada de México llevó al gobierno de López Obrador a romper relaciones con Ecuador y denunciarlo ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por considerar que se violó su soberanía y también el derecho internacional.

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