Gómez Palacio, Dgo.
El programa “Infraestructura Escolar Digna” que maneja el gobierno municipal que encabeza Leticia Herrera Ale, es uno de los programas más nobles que se tienen, debido al gran beneficio que representa para los planteles escolares de Gómez Palacio, ya que se mejoran sustancialmente las condiciones de vida de los alumnos en niveles desde preescolar hasta profesional.
Por ello es que el Departamento de Programas Especiales, dependiente de la Dirección de Desarrollo Social visitó a padres de familia de la escuela primaria “Lázaro Cárdenas” del ejido El Barro 40, para informarles acerca de la operación y ejecución de este programa, que es uno de los más benéficos y ambiciosos que se ejercen para mejorar las instalaciones educativas.
Con este esquema, la alcaldesa Leticia Herrera Ale pretende llegar a las escuelas que requieran algún proyecto de obra y que a petición de la dirección del mismo plantel y de los padres de familia, se desarrollan obras que tienen como objetivo incrementar y mejorar los espacios educativos.
Con los padres de familia de esta comunidad se habló sobre la posibilidad de realizar un proyecto de construcción en el plantel escolar, con el fin de incrementar los espacios, lo cual fue bien recibido por los representantes de El Barro 40.
La ocupación de la presidenta municipal es que los alumnos cuenten con unas instalaciones más dignas, en las que puedan desarrollar mejor el proceso de enseñanza y aprendizaje y que se les brinden comodidades tanto a alumnos como a maestros.
Derivados del programa federal de Infraestructura, los recursos gestionados por la presidenta municipal Leticia Herrera Ale están siendo llevados a los planteles educativos como material de construcción, con una supervisión de obra y seguimiento para garantizar que se apliquen a lo que fueron destinados en la solicitud.
Las sociedades de padres de familia o las oficinas directivas de las escuelas hacen un proceso de solicitud al Ayuntamiento a través de la Dirección de Desarrollo Social para iniciar el proceso de trabajo social, en el que se comprueba la necesidad de un proyecto de obra por lo que el municipio accede a aterrizar el proyecto mientras que los beneficiarios, generalmente los padres de familia o autoridades educativas contribuyen con la mano de obra, para complementar el proyecto.