Miguel Ángel Vargas Q
Cartas a mija Karmina
Septiembre 16 de 2020
En medio de esta pandemia llegas a un aniversario más en tu vida. Sabes que me hiciste doblemente feliz porque tú me hiciste papá y abuelo.
Tu arribo marcó una nueva etapa en mi vida. Aunque tardé, logré asimilar y procesar mi rol de papá.
He cometido errores a lo largo de mi vida, pero gracias a Dios y a ustedes mi familia, he tenido aciertos y corregido fallas.
No podría presumir de ser el mejor de los papás, pero puedo gritar a viva voz que tengo a las mejores hijas.
Todavía recuerdo cómo se me hicieron eternas las largas horas previas a tu nacimiento.
Tu llegada y tu existencia han sido una vitamina en mi vida con tropiezos y reacomodos. Apenas tenías unas cuantas semanas cuando viniste la experiencia de cambiarte de ciudad, pues de Durango nos fuimos a la ciudad de México. Al temido Distrito Federal. Que debo reconocer fue muy pero muy benévolo con nosotros.
Pero como Durango como hay igual. Y al final del día regresamos.
Tu primera Navidad y Año Nuevo, fueron en otra ciudad distinta a la que te vio nacer.
Desde niña supiste enfrentar y doblegar las adversidades. Tu carácter ayudó para que tus defensas sociales se consolidaran desde tu niñez.
Has sido guerrera desde entonces.
Y tu actitud guerrera es superada por tu nobleza que siempre la demuestra ese don de servicio discreto a las causas que requiere del apoyo humanitario.
Has sabido ser hija, hermana, madre y esposa.
Te distingues por ser amiga leal y comprometida.
Ha sido hija obediente pero nunca sumisa.
Actúas con carácter cuando la situación así lo demanda.
Incluso con tus hijos y papás.
Pero eso nos ayudó a consolidarnos como familia una vez que llegó Bárbara, y posteriormente los nietos Regina, Enrique, Mateo, Roberta, Hernán y Carlota.
No han estado ausentes las ocasiones que, como hija me has enseñado a ser Papá.
Has pavimentado el camino cuando está sinuoso.
Lo mismo en tu familia que en nuestra empresa.
Con el apoyo de René Ayala Herrera, diriges la formación y consolidación de tus hijos.
Junto con tu hermana Bárbara has sido el gran apoyo de tu Mamá.
Hoy, en este día tan especial, no me queda más que ratificar mi amor, mi reconocimiento y mi agradecimiento.
Felicidades y que vengan muchos más con mucha salud y bienestar en nuestras familias.
Te quiero hija mija.