La ONU bajó este jueves un punto sus previsiones de crecimiento económico mundial para 2022, del 3.6 por ciento, calculado hace seis meses, al 2.6 por ciento, debido al grave impacto de la guerra en Ucrania, que ya está pasando factura con los altos precios en los mercados energético y alimentario.
De cumplirse, las nuevas previsiones significarían que la economía global tendrá un crecimiento de menos de la mitad que en 2021, cuando el PIB global subió un 5.5 por ciento después de la caída del 3.5 por ciento que sufrió en 2020 a causa de la pandemia de COVID-19.
Los efectos económicos de la guerra en Ucrania agravarán la ralentización de la economía mundial y debilitarán la recuperación que se esperaba en la postpandemia”, alertó la secretaria general de UNCTAD, la costarricense Rebeca Grynspan, al presentar el informe.
.@UNCTAD lowers its 2022 global economic growth projection to 2.6% from 3.6% due to the war in Ukraine and monetary tightening.
The @UN trade and development body calls for peace and immediate debt relief for Ukraine. https://t.co/RtIJEiCjEg pic.twitter.com/2aczFATRso
Contents
— UNCTAD (@UNCTAD) March 24, 2022
Profunda recesión para Rusia, bajo crecimiento para Europa
El país peor parado por la crisis de precios derivada de la guerra será, según las previsiones, el causante de ésta: Rusia, cuyo PIB según UNCTAD se desplomará un 7.3 por ciento en 2022, siendo la única de las grandes economías que podría entrar en recesión este año.
Por extensión, el continente europeo será de acuerdo con el informe el que menos crezca este año (un 0.9 por ciento), mientras que América lo hará un 2.4 por ciento, Asia un 3.8 por ciento, África un 1.8 por ciento y Oceanía un 3 por ciento (este último es el único que ha visto sus cifras revisadas al alza).
UNCTAD también redujo sus previsiones de crecimiento de la mayor parte de las grandes economías, caso de la UE, que según el informe aumentará su PIB un 1,6 por ciento (1.7 puntos menos que lo calculado hace seis meses).
Estados Unidos tendrñá un crecimiento un 2.4 por ciento, seis décimas menos de lo antes previsto, China un 4.8 por ciento (nueve décimas menos), Japón un 2 por ciento (una décima menos) y la India un 4.6 por ciento (2.1 puntos menos), siempre según el estudio de UNCTAD.
Menos impacto en EE.UU., más para Alemania
El informe analiza que EE.UU. “está relativamente aislado de las actuales sacudidas, pero sufrirá presiones por el aumento de los precios de alimentos y combustibles”, algo aún más agudizado en la UE y especialmente en economías como Alemania, altamente dependiente en la importación de gas natural ruso.
China en cambio se verá impactada especialmente por el alza de precios de los cereales de los que es importadora neta, agravando la situación de una economía ya afectada por los problemas en las cadenas de suministro global que trajo la pandemia y por la actual ola de contagios de covid en Asia Oriental.
El experto de UNCTAD Richard Kozul-Wright indicó en rueda de prensa que la mejora o empeoramiento de todas estas perspectivas dependerá de la duración del conflicto ucraniano y de las consecuentes sanciones a Rusia por su invasión del país vecino.
Exportadores de alimentos y energía podrían beneficiarse
En cambio, el informe ha revisado al alza sus previsiones para algunos grandes exportadores de materias primas ante el alza de precios de productos básicos, caso de Argentina (4.6 por ciento, 1.7 puntos más), Arabia Saudita (4.8 por ciento, 1,5 puntos más), Canadá 3 por ciento, una décima más) o Australia (3.3 por ciento, medio punto más).
Kozul-Wright afirmó que muchos comienzan a comparar la actual coyuntura económica global con la crisis del petróleo de 1973, aunque destacó que por ahora no hay una espiral de subidas de precios y salarios como la de entonces.
Un factor que podría complicar la actual situación, diferente de la crisis de hace medio siglo, es “el hecho de que muchos países han acumulado grandes cantidades de deuda externa desde hace 30 años”, algo que se acentuó durante la pandemia, advirtió el experto.
FMI y Banco Mundial deben intervenir, dice Grynspan
Grynspan subrayó que la actual coyuntura negativa exige que en las próximas reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) “se adopten con rapidez instrumentos de apoyo a los países en desarrollo similares a los a puestos en práctica para asistir a Ucrania”.
Ello es especialmente urgente para los más de un centenar de países que son importadores netos de alimentos, muchos de ellos naciones en desarrollo, advirtió la máxima responsable de UNCTAD, quien citó que Egipto, Sri Lanka o Pakistán ya han pedido ayuda para hacer frente a la fuerte subida de precios.
UNCTAD muestra en el informe además su preocupación por “la combinación de un debilitamiento de la demanda mundial con la insuficiente coordinación de las políticas a nivel internacional y los elevados niveles de deuda derivados de la pandemia”.
Unos factores que “podrían generar ondas de choque financieras que pueden empujar a países en desarrollo a una espiral de insolvencia, recesión y detención del desarrollo”, indica el informe, que calcula que estas naciones necesitarán 310.000 millones de dólares para cubrir el pago de la deuda pública externa en 2022.
Con información de EFE