Por Martha Casas
Durango, Dgo.-
Las intensas lluvias de los últimos días dejaron en claro que no todo se le puede atribuir al clima. Este fin de semana, Durango fue testigo de las consecuencias de un problema que parece sencillo, pero que se vuelve grave cuando la ciudad más lo necesita: tirar basura en las calles.
El Consejo Estatal Ciudadano, en reunión con autoridades municipales y estatales, entre ellos el alcalde José Antonio Ochoa y el secretario general de Gobierno, Héctor Vela Valenzuela, analizó las causas de las inundaciones que afectaron a fraccionamientos como San Ángel.
El presidente del Consejo, Jorge Mójica Vargas, fue claro al señalar que la costumbre de arrojar desechos en la vía pública obstruye las alcantarillas y multiplica los riesgos. No solo se encontraron bolsas de basura, sino incluso objetos como refrigeradores que bloquearon el flujo del agua.
“Es lamentable que una de las principales razones de las inundaciones sea la irresponsabilidad de tirar basura y escombro en lugares prohibidos”, señaló.
Más allá de la crítica, el llamado fue directo a la conciencia ciudadana: cada envoltura, cada botella o mueble abandonado en la calle tiene un costo colectivo. Ese costo lo pagaron este fin de semana familias que perdieron muebles, pisos y parte de su tranquilidad.
El Consejo también anunció que se sumará a las labores de apoyo ante contingencias climáticas, pero insistió en que la verdadera prevención empieza con pequeñas acciones de cada ciudadano.