Una fecha instaurada por la OMS que destaca la importancia de la donación de sangre y plasma “regalo que otorga vida”.
Por Luis Juárez
En el año de 2020, México, recibió más de 1.2 millones de unidades de sangre, de las cuales 8.5% se obtuvieron de manera voluntaria y altruista, la mayor cifra alcanzada en los últimos 20 años en México.
En la República pueden donar todos aquellos que tienen una edad entre los 18 y 65 años, sin embargo, quienes más contribuyen a esta hazaña altruista tienen entre 20 y 44 años, el 72% son hombres.
Cada 14 de junio, el mundo hace unión para celebrar el “Día Mundial del Donante de Sangre”, pronunciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2004, en honor al nacimiento de Karl Landsteiner, quien descubrió los grupos sanguíneos.
En el marco de este día se busca dar reconocimiento y agradecimiento a esos donantes altruistas por el gesto desinteresado, para poder salvar vidas y mejorar la salud de millones de personas alrededor del planeta.
El lema de este año 2024, es: “Donar sangre es un acto de solidaridad. Únete al esfuerzo y salva vidas”, misma cita que resalta la conexión entre la donación de sangre y la conciencia social.
Y es que, la sangre segura es un recurso esencial en el tratamiento de diversas afecciones, desde emergencias médicas y cirugías hasta enfermedades crónicas y tratamientos oncológicos, es por ello que cada donación se convierte en un factor determinante que puede salvar hasta tres vidas.
A pesar de los avances médicos y tecnológicos, no existe un sustituto artificial para la sangre humana por lo que, la necesidad de sangre es constante y universal porque cada día miles de pacientes alrededor del mundo dependen de transfusiones para sobrevivir.
Por otra parte, el proceso de donación de sangre es seguro y sencillo, toma de 10 a 15 minutos en donde se extraen aproximadamente 450 ml de sangre, que luego será procesada y distribuida para su uso en pacientes necesitados.
Un día que abarca la oportunidad para reflexionar sobre el poder de la generosidad y la solidaridad humana ya que, al donar sangre, no solo se proporciona un recurso vital para aquellos que lo necesitan, sino, que también se promueve un sentido de apoyo mutuo.
