El recuerdo de Juan Soriano, gran experimentador de la plástica mexicana
Por Geraldo Rosales
Durango, Dgo.
Desde temprana edad, demostró grandes aptitudes para la creación plástica y si inagotable creatividad nos transportó siempre a mundos irreverente, más allá de una simple imagen o una audaz pincelada, el maestro Juan Soriano, quien falleciera un 10 de febrero de 2006 a los 85 años en Ciudad de México.
En 1932 cuando comienza a visitar asiduamente la casa de Jesús Reyes Ferreira, “Chucho” Reyes, donde conoce a Luis Barragán y admira por primera vez la pintura europea en cromos de libros y revistas tiempo después participa en la exposición colectiva del taller “Evolución” en 1934 en el Museo de Guadalajara, donde expone oleos pintados sobre cartón. Entre éstos se contaron un autorretrato y los retratos de sus hermanas Rosa y Martha. Visitan la exposición Lola Álvarez Bravo, María lzquierdo y José Chávez Morado, quienes le sugieren trasladarse a la ciudad de México.
En 1936 Ingresó a la Escuela Nocturna de Arte para Obreros, donde Emilio Caero y Santos Balmori serán sus maestros. Balmori lo inscribe en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). Expone sus dibujos de fin de curso, junto con un compañero, en una pequeña sala del Palacio de Bellas Artes. Participa en una exposición colectiva organizada por la LEAR.
En 1945 Participa en varias exposiciones colectivas en Nueva York y Filadelfia, EUA. Se reencuentra con Octavio Paz en Nueva York. Coincide en los Estados Unidos con Carlos Mérida, Olga y Rufino Tamayo. Ingresa y expone por primera vez en la Galería de Arte Mexicano, de la ciudad de México en 1950 recibe el Primer Premio en el Salón de Invierno.
De 1956 a 1957 se estableció en Roma, Italia, para después, a partir de 1974, cambiar su residencia a París, la cual a la postre visitaría asiduamente, después de volver a afincarse en la ciudad de México. Ahí conoció y trabó amistad con Antonio Saura, Julio Cortázar y Milan Kundera.
Su obra se distingue por haber desarrollado un estilo propio, basado en el lirismo y una búsqueda constante, derivada de la inquieta personalidad del creador. Experimentó con diversos materiales, géneros y estilos; incursionando incluso en el abstraccionismo y la creación de vestuarios y escenografías para teatro.
En el plano anecdótico, se recuerda que, cuando dejaba de tener otra superficie para pintar, lo hacía sobre las puertas de su casa, las cuales después vendía, quienes lo conocieron personalmente, destacan su rebeldía, sencillez y espíritu libertario. Otros rasgos de su personalidad, no menos interesantes, lo definían como un hombre irónico, desenfadado e irreverente.
Vicente Rojo dijo en entrevista que Juan Soriano fue para él un importante maestro. “Aunque mi propuesta artística no tiene que ver con lo que él hacía, yo siempre lo tuve presente a la hora de hacer mi trabajo, era uno de los pintores a los que yo quisiera acercarme”.
En reconocimiento a su trayectoria, recibió diversos premios tales como el Premio Nacional de las Artes del gobierno de México en 1987, la Medalla de Oro del Palacio de Bellas Artes de México, la Condecoración de la Legión de Honor, en Grado de Oficial de Francia, la Mención Honorífica en el Festival Internacional de Pintura de Cagnes-sur-Mer en Francia, la Orden al Mérito de la República de Polonia y el Premio Velázquez de Artes Plásticas de España. Fue doctor honoris causa por la Universidad de Colima.
Poco antes de morir entre los meses de Diciembre del 2005 y Enero del 2006 Durango recibió la obra magna del gran artista nacido en Guadalajara, Juan Soriano, llamado también “El Mozart de la Pintura”, en aquella ocasión los duranguenses tuvimos la fortuna de admirar y ser testigos por un tiempo su obra en nuestra ciudad.
Esta obra se montó justamente en el paseo Las Alamedas partiendo de la calle Juárez contando con las diez esculturas metálicas monumentales, alguna de ellas con el nombre de” Pájaro Caminando”,” Dafne”,” Pájaro de Dos Caras”, “Planta”, “Pájaro sobre la Ola”, por mencionar algunas y que por un tiempo adornaron este tradicional corredor, gracias a la organización de Conaculta, INBA y el IMAC.