Por Martha Casas
Durango, Dgo.
El vicepresidente de Energías de Canaco, Luis Carlos Lara Rincón dimensionó uno de los daños más fuertes que tendría la Reforma Eléctrica de aprobarse y es que de cancelarse todos los contratos privados en la generación distribuida, se afectarían a cerca de 250 mil usuarios a nivel nacional, que actualmente cuentan con energía solar para autoconsumo y que van desde el hogar hasta la industria.
El empresario del ramo de energético manifestó que actualmente CFE tiene contrapesos en la CRE, CENACE y CNH que lo regulan ante el sector privado y da certidumbre a las inversiones en materia energética y desaparecerlos, cómo se propone una reforma, implica eliminar esa certidumbre en el corto, mediano y largo plazo y compromete además, futuras inversiones en el país de este ramo y de otros.
Lara agregó que la CFE no contempla crecimiento de su capacidad energética al menos de aquí al 2024, entonces como usuarios y empresarios surge la duda de ¿cómo le haría para dar atención a ese crecimiento que de manera anual se tiene en el país?
Lo anterior considerando que el 19 por ciento de la energía que se produce en el país es por empresas distintas a CFE con condiciones más favorables que las de CFE, desde precios hasta eficiencia, y desaparecerlas o cancelar sus contratos implicaría que las empresas que se abastecen de esos productores estarían comprando la energía más cara.
Reconoció que es grave la incertidumbre para quienes se dedican a este sector energético, ya que se afectaría un estimado de 40 mil millones de dólares en inversiones actualmente hechas por nacionales y extranjeros.
“El hecho que de la noche a la mañana se cambien las reglas del juego, y que pudiera pasar en otros sectores algo similar, definitivamente afectaría gravemente la imagen del país en deterioro de la atracción de futuras inversiones”, subrayó.
De la misma manera de expuso que claramente la energía sana es más barata. Se mide actualmente a nivel industrial en MWh, megawatt hora y el costo en solar es aproximadamente por cada MWh unos 450 dólares contra mil 450 dólares de bienes fósiles
Entrevistado concluyó señalando que la reforma significa una desventaja al cien por ciento en contra de todo el sector privado y los usuarios de hogar. “Tendríamos de la noche a la mañana un productor menos eficiente, más caro y con más subsidios que los actuales y si se concentra todo el modelo en CFE desaparecen mecanismos de protección a inversores”, apuntó.