Por Gonzalo Martínez
La recién aprobada reforma al Poder Judicial, que entre otras cosas propone la elección de jueces por voto popular, representa un peligro no solo para el Estado de Derecho en México, sino para el mundo entero, afirmó este miércoles Almudena Arpón de Mendívil, presidenta del Colegio de Abogados Internacional (IBA).
“La comunidad legal internacional ha dicho: esto es peligroso y es peligroso no solo para México, es peligroso porque, como el Estado de Derecho está erosionándose en todo el mundo, tenemos que intentar, entre todos, que eso no se produzca porque, si no al final, todos estamos conectados en el mundo global”, aseguró en una entrevista con EFE.
Durante la conferencia anual de la IBA, celebrada en Ciudad de México, Arpón de Mendívil cuestionó la rapidez con la que se aprobó la reforma judicial, señalando que desde su propuesta hasta su discusión surgieron preocupaciones por parte de diversos organismos internacionales respecto a los riesgos que implica.
“¿Por qué había tanta prisa en aprobar una norma que plantea estos interrogantes? ¿No merecía un poquito más de reflexión? Esa era mi principal cuestión”, subrayó.
Además, el Colegio de Abogados Internacional advirtió sobre los posibles efectos que esta reforma podría tener en la sociedad y en las inversiones. Arpón de Mendívil recordó que el Estado de Derecho es fundamental para fomentar la inversión extranjera y que México se encuentra en una posición favorable, debido a factores como el ‘nearshoring’ y los nómadas digitales que eligen al país como destino.
Los inversores consideran principalmente tres factores al decidir dónde colocar sus recursos: la estabilidad del gobierno, la seguridad jurídica (que no cambien las reglas una vez que hayan invertido) y el Estado de Derecho, añadió.
La presidenta del IBA subrayó que el Estado de Derecho también está vinculado con la calidad de vida de los ciudadanos, la posibilidad de expresar opiniones independientes y manifestarse libremente. “Para que la democracia funcione, en cualquier país, la piedra angular es la independencia del Poder Judicial”, enfatizó.
Por eso, consideró que una reforma constitucional que genera dudas sobre la independencia judicial, la profesionalidad de los jueces y la estabilidad en su mandato es una iniciativa que requiere un análisis profundo. Aunque reconoció que la aprobación de la reforma respondió a “motivos políticos”, pidió un momento de calma y reflexión para abrir vías de diálogo.
“Si al final la reforma es correcta, pues viva la reforma; si no, se podrá rectificar”, concluyó.
En el evento, que termina el viernes, participaron personalidades como el expresidente mexicano Ernesto Zedillo, la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú y la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de México, Norma Piña.