Por Gonzalo Martínez
Ariel Henry presentó su renuncia como primer ministro de Haití este jueves, dejando el camino abierto para la formación de un nuevo gobierno en el país caribeño. La renuncia de Henry llega en medio de una creciente crisis provocada por la violencia de las pandillas, que ha causado la muerte o lesiones a más de dos mil 500 personas entre enero y marzo.
Henry entregó su renuncia en una carta fechada el 24 de abril y firmada en Los Ángeles, la cual fue publicada el mismo jueves por su oficina. Esta dimisión se produce en el día en que un consejo encargado de elegir un nuevo primer ministro y gabinete para Haití debía tomar juramento.
El consejo, compuesto por nueve miembros, está encargado de establecer un programa para un nuevo gabinete, nombrar una comisión electoral provisional y establecer un consejo nacional de seguridad. Su mandato no renovable expira el 7 de febrero de 2026, fecha en la que está previsto que tome juramento un nuevo presidente.
Las pandillas llevaron a cabo ataques coordinados a partir del 29 de febrero en Puerto Príncipe y áreas circundantes, lo que incluyó la quema de estaciones de policía y hospitales, así como ataques al principal aeropuerto internacional y a las dos mayores prisiones del país, liberando a más de cuatro mil presos. Estos ataques se produjeron mientras Henry se encontraba en Kenia en una visita oficial.
La comunidad internacional ha instado al consejo a priorizar la inseguridad generalizada en Haití, donde las pandillas ya controlaban el 80 por ciento de Puerto Príncipe antes de estos ataques. La ONU informó que la cantidad de personas asesinadas a principios de 2024 aumentó más del 50 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior.