Por Angel Castillo
Durango, Dgo.
El ajedrez fue el protagonista de una jornada llena de emociones en Plaza Palmas, donde el Torneo de Ajedrez en apoyo a Genaro Ascencio reunió a grandes talentos locales. Salvador Vidal Martínez se llevó la victoria tras un intenso desafío de seis rondas, acumulando un total de 5 puntos y superando a José Castruita Martínez en un reñido desempate. Miguel Aguilar Cárdenas completó el podio con 4 puntos, cerrando así una emocionante competencia organizada por Meagi & Bringas Chess.
Un comienzo determinante
Vidal Martínez comenzó su camino al título desde el primer tablero, donde enfrentó a oponentes de gran calibre. Su primer rival fue Miguel Aguilar Cárdenas, a quien derrotó en una cerrada partida que marcó el inicio de su buena racha. En la segunda ronda, se enfrentó a Mariana Isabel Verduga Palencia, una de las ajedrecistas más destacadas de la región, logrando también imponerse. Para la tercera ronda, su oponente fue el joven prodigio Miguel Ángel Soto Reséndiz, a quien también superó, manteniéndose así en lo más alto de la tabla.
La recta final
En la segunda mitad del torneo, Vidal Martínez tuvo que medirse contra José Castruita Martínez, en una partida que se decidió a su favor gracias a una precisa administración del tiempo. Sin embargo, en la quinta ronda, la suerte no estuvo de su lado, ya que se enfrentó a Alejandro González Bringas, un jugador con una gran estrategia que le quitó el invicto. A pesar de esta derrota, Vidal Martínez se repuso rápidamente, y en la última ronda se aseguró la victoria enfrentando a Jesús Daniel Cabrera González, asegurando el primer lugar del torneo.
Celebrando el triunfo y la solidaridad
La premiación estuvo a cargo de Alejandra Guerrero Rodríguez, quien reconoció a los tres primeros lugares: Salvador Vidal Martínez, José Castruita Martínez y Miguel Aguilar Cárdenas. Además, se entregaron premios especiales: Mariana Isabel Verduga Palencia fue reconocida como la mejor jugadora femenil del torneo, mientras que Andrés Mauricio Castro Castañeda se llevó el reconocimiento al mejor sub-14.
Este torneo, más allá de las victorias individuales, resaltó la capacidad de la comunidad ajedrecista de unirse por una causa noble. El evento, jugado bajo el ritmo de 3 minutos más 2 segundos de incremento, fue un éxito no solo por la calidad del juego, sino por el espíritu solidario que impregnó cada partida, demostrando que el ajedrez es una herramienta para conectar a las personas y apoyar a quienes más lo necesitan.