Por Gonzalo Martínez
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado la declaración de desastre para el estado de Texas, en respuesta a los devastadores efectos del huracán Beryl. Este huracán ha dejado al menos nueve muertos y ha provocado fuertes vientos, graves inundaciones y un corte de suministro eléctrico que afecta a más de un millón de personas.
En un comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden anunció que Benjamin Abbott, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), ha sido designado para coordinar las operaciones federales de recuperación en las áreas afectadas. “La evaluación de los daños continúa en otras zonas,” señaló Biden, indicando que más condados podrían recibir asistencia una vez que se complete el proceso de evaluación.
El huracán Beryl fue inicialmente degradado a tormenta tropical el lunes por la tarde, después de perder fuerza lejos de las aguas del Golfo de México. Sin embargo, al tocar tierra a las 4:00 horas del lunes en Matagorda, Texas, se fortaleció nuevamente, alcanzando la categoría 1.
Las áreas más afectadas han experimentado destrucción significativa debido a los fuertes vientos y las inundaciones. La interrupción del suministro eléctrico ha dejado a más de un millón de residentes sin electricidad, complicando aún más los esfuerzos de recuperación y respuesta.
La administración Biden ha enfatizado que la ayuda adicional será proporcionada a medida que se complete la evaluación de los daños. La respuesta federal se centra en la coordinación con las autoridades locales y estatales para asegurar que la asistencia llegue rápidamente a quienes más la necesitan.
Texas, un estado con una larga historia de enfrentar huracanes, se enfrenta nuevamente a la tarea de reconstrucción y recuperación. La declaración de desastre facilitará el acceso a fondos federales y recursos esenciales para apoyar a las comunidades afectadas.
“El compromiso del gobierno federal es claro: brindar todo el apoyo necesario para ayudar a Texas a recuperarse de esta devastación,” afirmó Biden. La declaración de desastre permitirá a FEMA y otras agencias federales desplegar recursos y personal para acelerar los esfuerzos de recuperación y reconstrucción en el estado.
Con la declaración de desastre aprobada y la coordinación en marcha, Texas comenzará el largo proceso de recuperación. La prioridad inmediata es restaurar el suministro eléctrico, evaluar los daños y proporcionar asistencia a las familias afectadas por el huracán Beryl. A medida que el estado se recupera, la colaboración entre los gobiernos federal, estatal y local será crucial para asegurar una recuperación efectiva y rápida.