Por Gonzalo Martínez
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, anunció este martes que no aceptará la invitación del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, para visitar Ucrania una vez que asuma la presidencia el próximo 1 de octubre.
En conferencia de prensa, Sheinbaum señaló que su prioridad será atender las responsabilidades internas del país y que su gobierno mantendrá la postura de no intervención en conflictos internacionales.
“No creo [ir a Ucrania]. Nosotros, repito, [nos basamos en] política exterior, principios constitucionales”, expresó la mandataria electa. Además, aclaró que, aunque participarán en eventos internacionales relevantes, su administración no planea realizar muchos viajes fuera del país. “Nuestra responsabilidad es aquí”, enfatizó.
Sheinbaum, del partido Morena, al que también pertenece el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, reafirmó que en política exterior seguirá los principios de la actual administración, que se ha caracterizado por una política de neutralidad y no intervención en asuntos externos.
Además, reiteró su compromiso con la resolución de conflictos a través de vías pacíficas y subrayó que México mantendrá relaciones diplomáticas con todos los países que respeten su soberanía.
En este sentido, Sheinbaum hizo referencia a la reciente ruptura diplomática con Ecuador, resultado del asalto a la Embajada de México en Quito ocurrido en abril, lo cual calificó como una vulneración a la soberanía mexicana.
Por su parte, la semana pasada, en una entrevista con Excélsior, Zelenski anunció su intención de enviar a un representante de alto nivel a la ceremonia de asunción de Sheinbaum.
En esa entrevista, el mandatario ucraniano también expresó su deseo de establecer “relaciones justas” con el futuro gobierno mexicano y exhortó a una visita oficial de México a Ucrania. “Respetamos a su país y esperamos que México, a nivel oficial, venga a visitarnos”, declaró Zelenski.
Este anuncio refuerza la postura de México de mantenerse al margen de los conflictos internacionales y priorizar los intereses internos del país, alineándose con la política exterior establecida por el gobierno saliente de López Obrador.