Egresada de la unipoli emprendió tras su experiencia con el autismo en ella y en una pequeña, lo que permitió aprender mucho más acerca de este tema y compartirlo con los demás.
Por: Areli Noriega.
Susana Delgado, fue una niña diferente a los demás y con una familia que siempre estuvo presente en su desarrollo, pues los sabores, las texturas de la ropa, los sonidos fueron un tema complicado en su niñez lo que llevó a Susana a emprender años después. Si bien el autismo es diferente en cada persona y en distintos grados, en el caso de Susana fue un impulsor en todas las áreas de su vida, la parte social no fue un impedimento para su desarrollo. En la educación, el enfoque en hacer una sola cosa fue fundamental para su aprendizaje.
“Se me puede olvidar comer pero la tarea se tiene que terminar sí o sí”, explicó que si se concentraba en algo tenía que terminarlo, todo alrededor desaparecía. Esto permitió que en la secundaria alcanzara un alto grado de inglés, apoyando a sus maestros en las clases, incluso llegó a impartir algunas cuando un profesor no se presentaba.
Mucho de esto fue gracias a su maestro de inglés en la secundaria, quien identificó su pasión por el idioma y su facilidad por aprenderlo, así que, comenzó a enseñarle francés. Durante la preparatoria comenzó con algunos problemas con la socialización y depresión, sin embargo, tuvo la iniciativa de tomar terapia, ya que fueron los comentarios de otros que la hacían sobre sus reacciones o simplemente no entender algunos aspectos como el sarcasmo.
En la universidad, Susana pudo encontrar un enfoque mejor acompañada de más jóvenes con la misma visión al entrar en la Ingeniería de Tecnología Ambiental, lo que permitió a Susana sentirse mucho más cómoda. Ante esto, tuvo que cursar los primeros cuatrimestres en línea por la pandemia, lo que resultó positivo en ella fue su habilidad en la lengua inglesa, pues iba a laboratorio con una compañera de Alemania que venía de intercambio.
Así, pudo abrirse puertas a muchas otras cosas, además, durante este periodo fue reina de la UNIPOLI, siendo la imagen de responsabilidad, inteligencia y belleza, lo que permitió a Susana disfrutar de estadía en esta institución, dejándole experiencias divertidas y únicas; dentro de los requerimientos que pide la universidad, Susana vivió a Guadalajara para obtener experiencia laboral a través de los programas que tiene la escuela.
Después de graduarse, viajó a Estados Unidos como niñera, en donde además de cuidar de una pequeña con autismo, también se certificó para identificar el autismo en niños, permitiendo prevenir acciones que la pequeña haría.Así, conoció diferentes estrategias para el aprendizaje y la concentración, trayendo a Durango libretas sensoriales, plumas aromáticas y café con hongos, además de los ‘loops’, que permiten la ausencia de sonidos específicos y no aislando totalmente a las personas del ruido. Todos estos productos son a base de recomendaciones por expertos y de la misma experiencia de Susana.
Actualmente, Susana se encuentra estudiando una maestría en Ciencias en Gestión Ambiental, buscando prepararse cada día más en su carrera.