Por Pascual Alvarado Maldonado
Gómez Palacio, Dgo.
El transporte público también afronta las consecuencias por la pandemia. Asaltos y peligrosas agresiones se viven en el gremio, un caso concreto, los taxistas, ahora víctimas de la delincuencia que ya comienza a despertar e infiltrarse, aprovechando la crisis económica que está por llegar.
Interrogado al respecto, el secretario general de Sindicato Alianza de Taxis, en Gómez Palacio, Ramón Nevárez Muñíz, aseguró que hasta en un 60 por ciento bajó la demanda de usuarios, significado del Covid-19: ” se puede considerar lógico, porque no hay clases, las amas de casa salen poco a los almacenes o supermercados, porque solo unos cuantos van a trabajar, y porque todos tenemos que cumplir con el confinamiento si no hay necesidad de salir de casa”.
No obstante, expresó el líder de este ramo taxista que aglomera 600 unidades, que hoy, ante la desesperación de algunas familias para subsistir, sin trabajo o un apoyo, comenzaron los robos y asaltos a taxistas e incluso, admitió, uno de sus trabajadores estuvo a punto de ser degollado por quitarle 300 pesos.
“Despertó también la delincuencia, porque es indudable que muchos se infiltran entre la gente que tienen la verdadera necesidad de buscar dinero a toda costa, para dar a comer a los suyos y creo que este tipo de delitos irán en aumento, conforme evolucione en nuestra región este virus”, dijo.
Nevárez Muñíz, sostuvo además que ahora no sólo se tienen que enfrentar a la falta de trabajo por la ausencia de clientes de este tipo de transporte, sino a los asaltos y agresiones, pues tras el recuento, añadió que en estos dos últimos meses, hay 6 choferes que fueron asaltados y otro hospitalizado.
“Hay incertidumbre porque no hay pasajeros y miedo por recoger a personas sospechosas, aunque por los efectos de este virus, hay dueños de taxis que paran para no gastar gasolina tras recorridos inútiles, mientras que los que rentan las unidades, han decidido también varar por no tener los recursos para pagar”, apuntó.
Reiteró que en tiempos difíciles no hay capacidad de usuarios, pero sí gente aterrorizada por el Covid-19 y por las medidas de aislamiento para evitar su propagación.
Asegura que los choferes de su gremio, se sienten intranquilos, y no por la crisis financiera, sino por los asaltos y ahora por las agresiones, aprovechando que tras reducirse la circulación de peatones, los ladrones, aprovechan sitios solitarios para delinquir.
“Indiscutiblemente que la fuerte disminución de pasajeros y las restricciones a la libertad de circular por las noches, afecta a los taxistas, ya que el enlace de pasajeros en gran flujo en horas pico, se vino a interrumpir por este virus y porque se visualizan lejos las señales de recuperación económica”, reiteró.
Debemos aceptar que este tipo de actividades han bajado y a falta de planificación del gobierno federal, quien ha olvidado este rubro para reactivarlas, no habrá más que “apechugar” uno o dos meses más, subrayó.