• La atleta mexicana puso una pausa a su carrera deportiva para convertirse en mamá; volvió a la actividad en el Panamericano de Perú, que se efectuó la semana pasada
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La olímpica en Río 2016 Edna Guadalupe Carrillo Torres, regresó al tatami luego de un año de ausencia en el que se convirtió en mamá, con la primera competencia del 2022: el Campeonato Panamericano y de Oceanía, que se disputó el Lima, Perú, donde logró el quinto sitio y con el que arrancó el proceso rumbo a su cuarto ciclo olímpico.
“Me siento muy emocionada. Estoy feliz, a pesar de que no se dio la medalla, pero al final de cuentas esta competencia era, más que nada, para probarme, realmente, no estaba pensando en nada más que disfrutarla porque para mí significa mucho volver a estar arriba del tatami compitiendo a ese nivel”, compartió la seleccionada nacional a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
La especialista en los -48 kilogramos se convirtió en mamá el año pasado, por lo que tuvo que poner una pausa en su carrera, pero con el sueño fijo en clasificar a unos Juegos Olímpicos, lo que serían sus segundos, comenzó con su preparación para este ciclo, donde volvió poco a poco a los entrenamientos, que un principio, fueron complicados.
“Sí me costó, hubo un momento en el que sí me frustre un poco al darme cuenta de que no iba a poder volver tan rápido como yo quería; me estaba costando mucho el querer volver al tatami, al entrenamiento, al recuperar mi fuerza en el abdomen, la verdad es que sí fue muy complicado”.
“Estoy dispuesta a tener que esforzarme el triple, estoy en las mismas condiciones que mis compañeros, me gusta enfocarme en los objetivos cercanos como estar en centroamericanos y panamericanos; no solo estar, sino repetir ser campeona centroamericana, poder ser campeona panamericana, que no me ha tocado, pero es ir poco a poco”, explicó la deportista.
Sin embargo, con el tiempo fue ganando confianza y fuerza en su cuerpo que le permitieron hacer un poco de judo, pero un obstáculo más se interpondría en su camino, pues en enero se contagió de covid-19, por lo que tuvo que esperar unos días para retomar sus actividades.
“En diciembre fue que empecé a hacer un poco de judo, pero, obviamente, con la navidad y las fiestas no hice todos los días; en enero tuve covid-19, fueron 15 días de quedarnos quietos, porque nos dio a los tres, por fortuna no fue grave, pero tuvimos que parar hasta febrero que me fui al campamento en Guadalajara, antes del nacional, y después en Monterrey”.
“Para este Panamericano, realmente, fue muy poco lo que entrené, pero me sentí súper bien, me sentí preparada porque pienso lo que bien se aprende nunca se olvida”.
Con respecto al equipo que se creó para este ciclo y en el que cuenta con nuevos rostros destacó que “es un equipo bastante unido, hay caras nuevas, pero también hay otras que ya nos conocíamos, eso ayudó poquito para empezar a hacer ‘click’, eso está muy padre; sentí un equipo muy unido para esta competencia”.