Texto y Fotos: Geraldo Rosales
Durango, Dgo.
El museo de arte funerario Benigno Montoya es único en el norte de la república. Tiene un gran número de obras de canteristas y escultores anónimos, además de contar también con la fortuna de tener localizadas las obras del maestro Benigno Montoya.
Cuenta con diversas obras entre las que destacan ángeles de facciones exquisitas, con una mirada profunda que parece real, cabellera ondulada que da la apariencia de que el viento la mueve y un punto muy notorio en las esculturas de los ángeles de Montoya, es que siempre les dejó debajo de la túnica uno o dos pies descubiertos, de igual manera cuenta con cruces y capillas detalladas que exaltan el trabajo del canterano zacatecano.
Benigno Montoya, de origen zacatecano llegó a la ciudad de Durango para acompañar a su padre Jesús Montoya y a uno de sus tíos de nombre Matías, que se dedicaban a ser escultores en cantera, al fallecer su padre, Benigno siendo apenas un adolescente comienza se hace cargo de su familia y de los compromisos que tenía su papá, de esta manera es como formalmente se inicia en la talla fina de la cantera.



En el museo se pueden apreciar también algunas piezas de mármol, ese material no se trabajó en la ciudad de Durango, pero fue traído de algunos puntos de la república como San Luis Potosí, donde se tiene el registro de un taller de italianos que se asentó en la época porfirista y también de Nueva York y de Europa.
El museo de arte funerario Benigno Montoya se ubica en el interior del panteón de Oriente y pertenece a la Dirección de Arte y Cultura (antes IMAC), por lo que vale la pena visitarlo y contemplar estas extraordinarias obras , la mayoría de cantera del gran valor artístico y cultural de la autoría del maestro Benigno Montoya.