Redacción
Los Minnesota Vikings han hecho de Londres su hogar, manteniendo su récord invicto en la NFL al vencer a los New York Jets 23-17 en el marco de la Semana 5 de la temporada 2024. La defensa de los Vikings fue la clave del triunfo, interceptando a Aaron Rodgers en tres ocasiones y logrando tres capturas en un partido que tuvo lugar en el Tottenham Hotspur Stadium.
Rodgers alcanzó las 60,000 yardas en temporada regular, pero tuvo un inicio complicado, lanzando intercepciones en dos series consecutivas durante el primer cuarto. La primera intercepción fue regresada a la zona de anotación por Andrew Van Ginkel, mientras que la segunda fue interceptada por Camryn Bynum, quien estaba buscando a Allen Lazard.
A pesar de un inicio difícil, el quarterback de los Jets se redimió al anotar un pase de touchdown a Lazard antes de que terminara la primera mitad. Lazard fue buscado en nueve ocasiones, pero solo logró atrapar ese pase de anotación y dos más de siete yardas cada uno.
La ofensiva terrestre de Minnesota se vio afectada tras la lesión de Aaron Jones en el segundo cuarto. Jones sufrió una lesión en la cadera, lo que obligó a los Vikings a confiar en Ty Chandler y Myles Gaskin, quien fue elevado de la escuadra de prácticas. Inclusive, el fullback C.J. Ham tuvo la oportunidad de correr el ovoide.
A medida que avanzaba el juego, Minnesota forzó el juego aéreo, lo que casi les cuesta la victoria. Sam Darnold fue interceptado en el último cuarto, cuando el marcador estaba 20-10 a favor de los Vikings. Sin embargo, los Jets respondieron con un pase de touchdown de Rodgers a Garrett Wilson, sumando un punto extra para acercarse.
Tras la intercepción, Darnold lideró una marcha de 47 yardas en casi tres minutos, lo que permitió a Will Reichard anotar un gol de campo que puso el marcador 23-17. A pesar de tener una última oportunidad para ganar el partido con 3:07 restantes, el esfuerzo de Rodgers se vio frustrado cuando el cornerback Stephon Gilmore interceptó su pase destinado a Mike Williams. Con esto, Darnold solo tuvo que hincarse dos veces para garantizar el triunfo de Minnesota, que sigue invicto con cinco triunfos en igual número de partidos.