Por : Geral Rosales
Ese día la tinta indeleble en el pulgar…uff fue algo extraordinario
Tendría yo cómo unos 8 años de edad cuando escuché la palabra “votar”, lo supe por mis padres quienes en ocasiones nos llevaban a mis hermanos y a mí para acompañarlos a ejercer su voto con aquel “IFE” de la Comisión Federal Electoral sin fotografía y en colores blanco, guinda y café claro, entonces aun no era tan necesaria como identificación oficial como hoy.
Conocí el significado del dedo pulgar con tinta…”Es para qué no vuelvas a votar dos veces”, me explicaban , aunque recuerdo que para ese entonces se borra más pronto y la tinta no olía tan fuerte como estos últimos años.
Recuerdo también que dos años después, en 1984 a mis 10 años de edad, frente a mi casa en la colonia Valle del Sur, se coloca una casita para votar, eran unos departamentos que tenían un enorme espacio por fuera, entonces las casillas no eran como las de hoy, solo era una mesa en donde con tu boletas llegabas y votabas, no había cortinas o cabina como las de hoy, solo la mesa alejada para ejercer tu voto con un lápiz tipo crayola.
Ese día recuerdo que junto a mi primo Javier, siendo unos niños, nos acercábamos a la mesa para vere por quién votaba la gente, lo peor es que lo decíamos en voz alta … “votó por el PAN” o votó por el PRI” mientras nos mirábamos sonriendo, la gente nos veía y se reía, algunos nos decían …”el voto es secreto”, mientras depositaban su voto en las urnas, pero nunca nadie nos llamó la atención por eso.
Así pasó el tiempo y esperaba el tiempo para cumplir los 18 y poder asistir votar, recuerdo cuando fui por primera vez a tomarme la foto, en 1992 para mi credencial, uff, de saco y con “copetaxo”, me sentía soñado con mi “IFE”, y la presumía como si fuera una tarjeta de crédito.
Recuerdo la primera vez que voté , fue en la Secundaria #19 , le di el valor que se merecía, muy formal cómo cuando tienes por primera vez una cita con tienes una cita con una mujer, recuerdo la emoción cuando la funcionaria de casilla dijo mi nombre en voz alta para que los otros funcionarios me buscaran en el cuadernillo y luego darme las boletas para ir a votar…(Ya había mamparas ) y después ir depositar mi primer voto en las urnas y el por último el toque final…la tinta indeleble en el pulgar…uff fue algo extraordinario.
Desde entonces he ejercido mi derecho como ciudadano, excepto una ocasión que por mi trabajo y porque no actualicé la dirección y me quedaba lejos de dónde estaba no lo hice y no me sentí parte de ese proceso, por eso desde entonces siempre me doy el tiempo para hacerlo y ya estoy más que puesto para el domingo… y tú?.