Por Geraldo Rosales
Durango, Dgo.
Durango con el paso del tiempo se ha modernizado, pero ha dejado en el recuerdo edificaciones que han sido derrumbadas para dar paso a la modernidad, como lo que fuera la Biblioteca Pública del Estado, la cual ubicaba a un costado de la plazuela Baca Ortiz, justo donde inicia Las Alamedas por la calle de Juárez y que después pasó a ocupar su nuevo lugar en el cerro del Calvario.
La Biblioteca Pública del Estado originalmente se fundó desde 1853, a partir de la compra que el gobierno del estado hiciera de la colección particular de José Fernando Ramírez, luego se fueron adquiriendo otros títulos bibliográficos convirtiéndose en un lugar que contenía los más importantes libros de consulta del norte de México, enriqueciéndose con gran parte de los acervos que pertenecieron al Seminario Conciliar y al Instituto Juárez.
Conocida en los años 50s como la Biblioteca del Estado, estuvo ubicada en la Calle de Juárez, justo en lo que divide al plazuela Baca Ortiz y las Alamedas la cual contenía parte de la gran biblioteca de José Fernando Ramírez, ese acervo bibliográfico es el que ha servido de base para lo que hoy conocemos como la biblioteca Central “José Ignacio Gallegos Caballero” donde hay algunos incunables, enciclopedias del siglo XVII entre otras.
En 1985 se inicia la construcción de la nueva Biblioteca en el corazón del cerro del Calvario y no es hasta el mes de noviembre que se inaugura siendo el presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado y el gobernador del estado de Durango, Armando del Castillo Franco.
El edificio viejo que se encontraba en Las Alamedas se convirtió luego en oficinas con pequeños cubículos que utilizaban los supervisores escolares donde atendían a personas que venían de los diferentes municipios, luego el sexenio de Ismael Hernández Deras fue derribado y se retoma nuevamente el terreno que se había perdido, plantando más álamos y la construcción de una calle peatonal que es la que actualmente existe.
