Por Amaury Carrola
Durango, Dgo
Ser un empleado en Contexto de Durango es una experiencia llena de emociones, podría decir que es un lugar donde realmente aprendes, vives, realizas, expresas, sueñas, conoces y creces tanto profesional como personalmente.
Quisiera empezar mencionando que no estaría aquí y no sería quien soy sin el consejo y orientación de un gran hombre, mi primer jefe formal, una persona muy tolerante, amable y muy trabajador, el Licenciado Miguel Ángel Vargas Quiñones. Le voy agradecer toda mi vida a ese gran hombre por darme mi primer trabajo y por hacerme parte de su equipo de que básicamente es una familia, conformada por muchos empleados, pero los que destaco son los herederos del licenciado Miguel Ángel y que han sido muy tolerantes conmigo tal como lo fue el licenciado.
En primer lugar quiero mencionar a mi jefa Karmina Vargas, quien con su experiencia y fortaleza ha sabido seguir adelante con el proyecto que su padre Miguel Ángel Vargas y lo ha hecho de la mejor manera posible a consideración de un servidor, luego quiero mencionar a Enrique Sáenz Vargas, el nieto del Lic Miguel Ángel, el cual fue la primer persona con el que interactúe en el momento de mi llegada a Contexto, recuerdo muy bien ese día, me presenté a las oficinas anteriores de Contexto ubicadas en la carretera salida a Parral, en ese lugar mi estadía en Contexto iniciaría y Enrique me recibiría de una manera muy amigable y tranquila como todo un buen líder.
Y por último pero no menos importante quiero mencionar a Regina Sáenz Vargas, mi otra jefa y nieta del “Lic” Migue Ángel, ella fue la que se puso en contacto conmigo a través de correo electrónico y la conocería unos días después en persona, dándome la impresión de una mujer muy agradable a irradiando el mismo compromiso por el trabajo como su abuelo y al mismo tiempo ese tono generoso que considero comparten el “Lic” y Regina.
Con mis demás compañeros también he compartido momentos y aunque algunos ya no están me siento feliz y honrado de trabajar y colaborar con cada uno de ellos en esta gran familia llamada Contexto.
Como conclusión podría decir que hasta el momento me siento feliz de estar aquí en Contexto y ciertamente he pasado por muchos momentos en los cuales he dudado si seguir aquí, pero por algo la vida, Dios o el destino me trajeron hasta donde estoy y hoy por hoy me siento parte de algo trascendente como lo es el periódico Contexto en este aniversario de los 31 años de y que sé que vendrán muchos más.
¡Que viva Contexto de Durango!
