Por Gonzalo Martínez
El gobierno de Estados Unidos ha incautado un avión oficial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en República Dominicana, como parte de una acción que responde a la violación de sanciones impuestas sobre Venezuela.
El avión Dassault Falcon 900EX, que pertenece a Maduro, fue confiscado en colaboración con las autoridades dominicanas y posteriormente trasladado a Florida. El Departamento de Justicia de Estados Unidos sostiene que la aeronave fue “comprada ilegalmente” por 13 millones de dólares a través de una empresa fantasma y exportada de contrabando desde Estados Unidos hacia Venezuela en abril de 2023.
La investigación revela que entre 2022 y 2023, personas relacionadas con Maduro utilizaron una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar la compra ilegal del avión, que desde entonces se ha utilizado para transportar a Maduro en viajes oficiales.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, ha enfatizado que esta acción forma parte del compromiso del Departamento de Justicia de perseguir a aquellos que violen las sanciones estadounidenses. Estas sanciones, emitidas en agosto de 2019 por el presidente Joe Biden, prohíben a ciudadanos estadounidenses participar en transacciones con personas que actúen en nombre del gobierno venezolano.
La incautación del avión también envía un mensaje contundente sobre las consecuencias de adquirir aeronaves ilegalmente de Estados Unidos para beneficio de funcionarios venezolanos sancionados. Además, este caso está siendo investigado por diversas agencias estadounidenses, incluyendo la Oficina de Campo de Miami de la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio y el Grupo de Trabajo El Dorado de Miami de Investigaciones de Seguridad Nacional.