La noche del 2 de junio quedará grabada como un punto de inflexión en la historia política de Durango capital.
No porque los astros se hayan alineado de manera insólita, sino porque una nueva fuerza (MC) logró convertirse, con votos reales y trabajo de calle, en la primera fuerza política del municipio.Más que una ola, fue una sacudida. Y no fue por un voto corporativo, por estructuras clientelares o por la vieja maquinaria electoral. Fue el resultado de una ciudadanía que decidió participar y de un voto orgánico que pesó como nunca antes.
Ahora, cinco perfiles clave tendrán la responsabilidad de mantener y hacer crecer ese capital político desde el Cabildo: Pancho Franco, Alfredo Varela, Gloria Arreola, Mariana Verduga y Alan Espinoza. A ellos les tocará responder a la confianza de más de 52 mil ciudadanos que votaron por una forma distinta de hacer política.
Lo que sigue no es menor. El respaldo ciudadano no es un cheque en blanco. Es una exigencia clara: representar con dignidad, rendir cuentas, defender causas comunes y abrir espacios a nuevas voces, hacer política diferente, con alegría.
Durango ha mandado un mensaje potente. Uno que no cabe ignorar: la gente está lista para construir una ciudad distinta, pero necesita que todas y todos participemos, hagamos lo propio desde donde nos toque, que sigamos organizándonos y construyendo el rumbo de nuestro Durango. La sorpresa ya pasó. Ahora viene lo verdaderamente importante: estar a la altura.