Por Gonzalo Martínez
Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, está realizando una serie de movimientos estratégicos para retener el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En respuesta a una situación crítica tras los resultados electorales del pasado domingo, Moreno ha convocado a un consejo del PRI para este jueves, con el objetivo de fijar una fecha para una Asamblea partidaria. Esta Asamblea, que estará conformada por 18 mil militantes, podría ser crucial para extender su mandato.
En recientes apariciones en programas radiofónicos, Alito ha argumentado que no es el momento adecuado para un cambio de liderazgo dentro del PRI, citando la “situación de excepción” que enfrenta el partido.
En el círculo cercano de Alito, algunos actores han expresado su descontento con los resultados electorales y con la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN). Estos críticos abogan por una reorientación del PRI que incluya desarmar la sociedad con el PAN y rediseñar la dirección del partido.
PARALELISMOS HISTÓRICOS Y POLÍTICOS
Una idea que está ganando terreno entre ciertos grupos del PRI es que la situación política actual de México recuerda a la de los años 80, cuando la política se centraba en el partido gobernante.
En este sentido, algunos sugieren que el PRI debería reconsiderar su oposición frontal a la Cuarta Transformación (4T) y buscar acuerdos con el gobierno para facilitar la reconstrucción del partido.
Este paralelismo con la era de Miguel De la Madrid se extiende también a la economía, un frente crucial tanto entonces como ahora.
Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa, ha trabajado para calmar a los mercados ante la propuesta de reforma judicial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Al igual que De la Madrid delegó el manejo político a Manuel Bartlett, Sheinbaum podría buscar un secretario de Gobernación con poder político significativo.
POSIBLES ALIANZAS Y RELACIONES CLAVE
Alito Moreno no descarta la posibilidad de llegar a acuerdos con Claudia Sheinbaum, pero su decisión dependerá de la necesidad del futuro gobierno de contar con el PRI como socio en las Cámaras, especialmente en el Senado, donde Morena no tendría mayoría calificada.
En este contexto, los votos o incluso las ausencias estratégicas del PRI podrían adquirir un valor considerable.
Moreno mantiene buenas relaciones con figuras clave del próximo sexenio, como Adán Augusto López Hernández, quien podría coordinar a los senadores morenistas.
LA RETÓRICA OPOSITORA Y EL FUTURO DEL PRI
A pesar de estas posibles alianzas, Alito mantiene una retórica opositora firme. No habrá cambios de dirección hasta que tenga asegurada su continuidad en el liderazgo del PRI. Esta postura refleja su estrategia de mantener una posición de fuerza mientras negocia su papel en el nuevo escenario político.
