Por Ángel Castillo
Durango dgo

Bajo el cielo despejado de Durango, donde el aire lleva el eco de esfuerzo y disciplina, los luchadores de la capital afilan sus técnicas como espadas. Con el Macro Regional CONADE 2025 en el horizonte, cuatro equipos —Dangal del IED, Gaber del IED, el Colegio Militarizado Nuevo México y Valhalla— se entrelazan en un mismo propósito: convertir sudor en gloria. Treinta de los 42 atletas clasificados ya han pisado el tatami en el primer entrenamiento conjunto, dirigido por el profesor Edgar Borunda, quien coordina un programa de preparación tan riguroso como estratégico.
La agenda no perdona: este sábado, desafían resistencia y potencia; y el martes y miércoles próximos enfrentarán dobles sesiones que pondrán a prueba su temple. Para el jueves, maletas en mano, partirán a Nuevo León, donde del 27 al 30 de marzo se decidirá quiénes llevarán el nombre de Durango al nacional. Serán los últimos en competir, pero los primeros en corazón.
Detrás de cada llave al suelo y cada derribo hay un equipo de mentores que respira lucha. Manuel Herrera, con casi una década de experiencia, aporta calma; Bryant Meraz, cuyas medallas brillan tanto como su vocación, inyecta pasión; Francisco Quiñones, veterano de Olimpiadas, enseña táctica; y Alan Borunda, el delegado con 15 años en la arena, regresa para cerrar filas. Este año, además, hay un giro clave: por primera vez en diez años, un árbitro certificado por la FEMELA los acompañará, acabando con las multas que antes mermaban su entusiasmo.

Pero no solo son los adultos quienes cargan sueños. Seis rostros jóvenes —cuatro niños y dos niñas de 12 y 13 años— se suman a la batalla en la nueva categoría infantil. Son semillas que Durango riega con esperanza, mientras recuerda a los 26 luchadores del año pasado, de los cuales 12 alcanzaron el nacional y uno subió al podio con un bronce.
