IMSS Durango brinda información acerca de este padecimiento.
Por Luis Juárez
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la entidad duranguense informa acerca de la fibrosis quística, una enfermedad que si no es atendida desde los primeros meses de vida, se pueden generar una considerable afección pulmonar que podría provocar una muerte precoz quienes la padecen. Asimismo, el doctor Juan Carlos Espinoza Burciaga, coordinador médico en Salud Pública, dio a conocer que en México, la tasa de nacimiento en promedio es de un bebé con fibrosis quística por cada 10 mil recién nacidos, por lo que en la actualidad, con cuidados y tratamiento adecuados, la esperanza de vida llega a extenderse hasta los 50 años.
“El Seguro Social recomienda a los pacientes diagnosticados con fibrosis quística mantener un estilo de vida saludable a fin de extender su esperanza y calidad de vida”, declaró. No obstante, puntualizó que en el IMSS duranguense en el año 2022, se atendieron 56 consultas respectivamente de fibrosis quística, en 2023, fueron 54 consultas y, en lo que va de 2024 se han brindado 23 consultas por este padecimiento.
Se trata de una enfermedad genética que provoca la acumulación de moco espeso y pegajoso en los pulmones, el páncreas, el hígado, los intestinos, los senos paranasales y los órganos sexuales, por lo que este padecimiento puede causar problemas respiratorios, infecciones, y digestión defectuosa. La sintomatología puede presentarse desde el nacimiento con la imposibilidad de evacuar en los primeros días de vida (íleo meconial) o por la presencia de coloración amarillenta más allá de la segunda semana de vida (ictericia prolongada), tos, silbidos, flemas amarillentas o verdosas, sinusitis y/o neumonías, evacuaciones anormales con grasa, retraso en el crecimiento, deshidratación y elevada concentración de sal (cloruro de sodio) en el sudor.
Finalmente, el Seguro Social cuenta con un equipo multidisciplinario para atender la fibrosis quística conformado por neumólogo, cardiólogo, gastroenterólogo nutriólogos, otorrinolaringólogos, endocrinólogos y trabajadoras sociales; entre los tratamientos están el control de infecciones respiratorias, fisioterapia pulmonar, nutrición y vigilancia de la función del hígado, del páncreas y del corazón.
