Por Gonzalo Martínez
Advirtiendo sobre el posible agravamiento de la crisis en las relaciones con Estados Unidos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este jueves que su país “se enfrentará solo” si es necesario para derrotar al grupo palestino Hamás.
La declaración de Netanyahu surge después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara que no enviará armas ofensivas para respaldar un asalto total israelí sobre la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza.
Israel considera que Rafah es la última base que le queda a Hamás en Gaza, por lo que Netanyahu ha prometido reiteradamente invadir la ciudad a pesar de la oposición internacional, ya que en ese lugar se refugian al menos un millón de palestinos.
“Si tenemos que luchar solos, lucharemos solos”, declaró Netanyahu. “Si es necesario, lucharemos con las uñas. Pero tenemos mucho más que uñas”, añadió.
El portavoz militar israelí aseguró que el ejército cuenta con el armamento necesario para llevar a cabo su ofensiva en Rafah. Al ser preguntado si el ejército israelí podría realizar el operativo sin armas estadounidenses, el contraalmirante Daniel Hagari respondió afirmativamente, destacando que poseen todos los recursos requeridos para las misiones planificadas, incluyendo las relacionadas con Rafah.
Hagari subrayó que las relaciones con Estados Unidos siguen siendo sólidas y que cualquier desacuerdo debe ser resuelto de manera privada.
Las declaraciones de Biden sobre la negativa de suministrar armas constituyen el último indicio del deterioro en las relaciones entre Israel y su principal aliado, tras siete meses de conflicto con Hamás. La amenaza de perder el apoyo de armamento ha generado preocupaciones sobre la continuidad del conflicto.
Mientras tanto, el ministro de exteriores de Chipre informó que un cargamento de ayuda humanitaria partió desde un puerto en Chipre hacia el muelle flotante construido por Estados Unidos en Gaza, en el primer envío a esta plataforma recién establecida.
AYUDA HUMANITARIA
El suministro de ayuda humanitaria es urgente, especialmente después de que Naciones Unidas advirtiera sobre la inminente hambruna en Gaza y las evacuaciones ordenadas por las tropas israelíes de alrededor de 100 mil palestinos en Rafah, al sur del enclave.
La posibilidad de una invasión completa de Rafah por parte de Israel sigue siendo incierta, mientras continúan los esfuerzos internacionales para lograr un alto el fuego. Israel ha afirmado que esta incursión es crucial para su objetivo de debilitar a Hamás, tras el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel en el que milicianos del grupo armado provocaron la muerte de mil 200 personas y secuestraron a 250.
Biden ha señalado que Estados Unidos no suministrará armas ofensivas que puedan ser utilizadas en un ataque masivo contra Rafah, por preocupación por el bienestar de más de 1 millón de civiles refugiados en la ciudad.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, insinuó en una publicación en redes sociales que Hamás aprecia a Biden, utilizando un emoji de corazón en su tuit. Ben Gvir ha presionado para una respuesta militar más contundente y ha amenazado con retirarse del gobierno si Israel no lleva a cabo una operación militar amplia en Rafah.
El buque estadounidense Sagamore, cargado con ayuda humanitaria, zarpó del puerto de Larnaca con el objetivo de entregar ayuda a Gaza a través del corredor marítimo, en un esfuerzo por aliviar el sufrimiento en la región.
