Por: Gabriela Mendoza
El esquiador mexicano Jonathan Soto gastó poco más de un millón de pesos en los últimos cuatro años para poder clasificar a los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, en parte le ayudó que radica desde hace un tiempo en Minnesota, Estados Unidos, y al apoyo de varios patrocinados incluida la empresa para la que trabaja.
“Todo lo que he gastado de mi trabajo en cosas de esquiar, 20 mil de esta temporada solo por hospedaje, ya con mi equipo, todo se pueden añadir otros cinco mil, se puede decir de temporadas pasadas de cinco mil a 10 mil en temporadas pasados siendo local no tan afuera. Quiero poner a México en lo más alto que se pueda, ya que México representa mucho, mis raíces y a mí mismo”.
Jonathan no estuvo en el abanderamiento para evitar un contagio y por precaución saldrá de Estados Unidos para llegar el 2 de febrero a Beijing para estar en la inauguración, además de conocer la pista en la que hará su debut olímpico, en donde espera dar su mejor rendimiento y resultado para México.
“No he visto la pista, entonces si es una pista con muchas subidas, muchas bajadas, curvas, es cuestión de técnica porque hay esquiadores que sobresalen en ciertas pistas, más subidas o bajadas”.
El duranguense dio el primer boleto olímpico para México y en las últimas semanas vivió momentos de estrés porque estuvo peleando su clasificación con su compañero Antonio Pyneiro, pero al final logró el objetivo por el que trabajó junto a su entrenador Germán Madrazo.
“Sí hubo competencia en la pista, ya después nos fuimos a Líbano, a Islandia, estuvimos en las carreras al mismo tiempo. Tenía en mente ganarle a él, al igual que buenos puntos en la carrera, entonces era como doble motivación y sí un poquito de estrés de que tenía que ganarle, pero formamos una amistad”.
