Por Monserrat García
Durango, Dgo.
La discapacidad auditiva se puede entender como la falta, disminución o pérdida de la capacidad para oír y no se aprecia porque carece de características físicas que la evidencien.
Sus causas pueden ser congénita, hereditaria o genética, de acuerdo a Eunice Núñez, especialista en audio prótesis, explicó que al nacer a los bebés se les hace un tamiz auditivo donde se detectan posibles problemas.
Al observarse algún padecimiento se inicia con el proceso en el que se realiza otro estudio llamado potencial evocado para conocer la respuesta cerebral y conocer hasta dónde llega la respuesta auditiva.
De este estudio se determina si es viable colocar un aparato auditivo o incluso un implante coclear o algún otro tipo de tratamiento.
En algunas ocasiones el menor adquiere la discapacidad a partir del año de edad en adelante, generalmente son los papás quienes detectan que existe un problema cuando observan que los niños no reaccionan ante ciertos ruidos o cuando se les habla.
La discapacidad auditiva se puede presentar a cualquier edad, aunque ante el desgaste natural del oído hay un número importante de personas de la tercera edad con este tipo de discapacidad.
El 40 por ciento de sus pacientes son personas de la tercera edad, un 30 por ciento de los 35 años hasta los 50 años, informó la especialista.
El desgaste del oído se puede observar a partir de los 58 años dependiendo de la labor de los pacientes, pues muchos de ellos están o estuvieron expuestos al ruido.
Hay personas que escuchan el sonido, pero no entienden o no enfocan las palabras y con la audiometría se sabe cuál es el tratamiento ideal.
La adaptación de los aparatos tiene un costo que va desde los seis mil 800 pesos. Se trata de un dispositivo digital incluyendo las revisiones hasta 100 mil pesos de acuerdo al tipo de aparato.
Es importante que las personas con este tipo de discapacidad puedan acceder a los dispositivos que les permita escuchar e integrarse a la sociedad mejorando su calidad de vida, concluyó.
