Desde el 2001, Estados Unidos no había sufrido de un desastre aéreo hasta hace unos días, dónde más de 60 personas perdieron la vida.
Por: Areli Noriega.
El pasado sábado primero de febrero, familias de las víctimas del accidente aéreo más letal en Estados Unidos visitaron el lugar del accidente el domingo, en dónde los buzos registraron los restos sumergidos en busca de más restos después de que las autoridades dijeron que habían recuperado e identificado a 55 de las 67 personas fallecidas.
John Donnelly, jefe de bomberos y servicios médicos de emergencia de Washington, DC, explicó que las autoridades confían en que se encontrarán todos los restos. Los buzos están trabajando diligentemente para localizarlos mientras los equipos se preparan para levantar los restos del gélido río Potomac cerca del Aeropuerto Nacional Reagan.
El coronel Francis B. Pera, del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, dijo que los buzos y los trabajadores de rescate están siguiendo protocolos estrictos y que detendrán el trabajo de mover los escombros si se encuentra un cuerpo. La “recuperación digna” de los restos tiene prioridad sobre todo lo demás, agregó.
“Reunir a quienes perdieron la vida en este trágico incidente es lo que realmente nos motiva a seguir adelante”, comentó Pera.
“Tenemos equipos que han estado trabajando en este esfuerzo desde el principio y estamos comprometidos a lograrlo”, añadió.
Partes de las dos aeronaves que chocaron sobre el río el miércoles por la noche (un avión de American Airlines con 64 personas a bordo y un helicóptero Black Hawk del ejército con 3 personas a bordo) serán cargadas en camiones de plataforma y llevadas a un hangar para una mayor investigación.
Funcionarios hablaron horas después de que decenas de personas que perdieron a sus seres queridos en el accidente llegaran en autobuses con escolta policial a la orilla del río Potomac, cerca del lugar donde se detuvieron los dos aviones después de colisionar. El avión, que se dirigía desde Wichita, Kansas, estaba a punto de aterrizar. El Black Hawk estaba en una misión de entrenamiento. No hubo sobrevivientes.
Los investigadores federales trabajan para reconstruir los acontecimientos que llevaron a la colisión. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, que lidera la investigación, no realizó una conferencia de prensa el domingo, pero la agencia publicó una fotografía que muestra a los investigadores en una pequeña embarcación mirando los restos y otra de ellos examinando una grabadora de datos de vuelo.