José Miguel Castro Carrillo
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, el nivel de vida no cambió considerablemente de una generación a otra, a pesar de importantes descubrimientos esporádicos. El crecimiento siempre se detuvo con el paso del tiempo, y esto cambió hasta la llegada de la Revolución Industrial hace poco más de dos siglos.
La destrucción creativa es un proceso en que la innovación desmantela estructuras económicas tradicionales, abriendo paso a otras nuevas, lo que ha permitido que el mundo haya experimentado un crecimiento económico sin precedentes en los últimos 200 años.
A partir de ese momento, la innovación tecnológica y científica dio lugar a un ciclo interminable de progreso, en lugar de ser eventos aislados. Esto, explican los responsables de la entrega del galardón, condujo a un crecimiento sostenido y notablemente estable.
Entonces, el crecimiento económico sostenido se produce cuando las nuevas tecnologías reemplazan a las antiguas, como parte del proceso conocido como destrucción creativa.
Este concepto llevó a Philippe Aghion a obtener el Premio Nobel de Economía 2025, junto a Peter Howitt y Joel Mokyr. Sus investigaciones los llevaron a construir un modelo matemático que explica cómo algunas empresas invierten en mejores procesos de producción y nuevos productos de mejor calidad, mientras otras se ven superadas por la competencia.
El crecimiento surge de la destrucción creativa. Este proceso es creativo porque se basa en la innovación, pero también es destructivo porque los productos antiguos se vuelven obsoletos y pierden su valor comercial, lo que puede verse en los últimos dos siglos, donde la destrucción creativa ha transformado fundamentalmente la sociedad.
Los economistas premiados este año han logrado explicar por qué fue posible este desarrollo y qué se necesita para un crecimiento sostenido, donde destacan que la innovación, en cualquiera de sus formas, fomenta la competencia e incentiva la creación de tecnologías disruptivas.
Así, la sociedad necesita nuevos talentos capaces de desafiar las estructuras existentes, de manera que para Aghion, la destrucción creativa es el proceso en el que nuevos competidores reemplazan actividades tradicionales.
La entrada de nuevos talentos es crucial para el crecimiento, porque son competidores frente a los otros actores y empresas existentes, si tienen éxito, pueden reemplazar a los demás, y ese constante desafío es un motor de crecimiento.
En este proceso hay ganadores y perdedores, porque a final de cuentas, los innovadores provocarán que otras formas de producir se vuelvan obsoletas. En la práctica, cuando estos nuevos talentos avanzan, puede haber pérdidas temporales de empleos, aunque se crean nuevas oportunidades y trabajos en industrias emergentes.
Por ejemplo, la creación y expansión de internet dio lugar a industrias completamente nuevas, como el comercio electrónico. Y ahora la Inteligencia Artificial está en un proceso de desarrollo acelerado que creará nuevas industrias y empleos que nunca antes habían existido, su expansión y toda su infraestructura que requiere para su desarrollo son parte de una nueva ola de innovación que forma parte de esta destrucción creativa.
Pese a las perspectivas de crecimiento económico que vienen con ella, también se ha extendido en los últimos años el temor a que toda la inversión que se ha volcado en las nuevas tecnologías esté creando una burbuja tecnológica que puede estallar en cualquier momento, arrastrando a las bolsas y generando una gran crisis global.
Por eso, lo reafirman los galardonados, “es tiempo de innovar de manera inteligente”.



