Por Gonzalo Martínez
El presidente argentino, Javier Milei, logró una importante victoria política este miércoles al evitar que el Congreso aprobara una mejora en las jubilaciones que él mismo había vetado. La oposición no consiguió reunir los votos necesarios para revertir el veto presidencial, lo que aseguró la permanencia de la decisión de Milei.
El Congreso intentó insistir en la ley de reforma jubilatoria, aprobada a finales de agosto y luego vetada por el mandatario. Sin embargo, con 153 diputados a favor, 87 en contra y ocho abstenciones, no alcanzaron los dos tercios necesarios para desafiar el veto, que requería 166 votos.
Milei, conocido por su postura ultraliberal, ha defendido una política de déficit cero y reducción del gasto público. Argumentó que la ley habría comprometido la sostenibilidad de las finanzas públicas al introducir gastos adicionales que solo podrían cubrirse con deuda o incrementos en los impuestos. Según el presidente, esto habría exacerbado la inflación y la pobreza en el país.
La ley buscaba aumentar las jubilaciones y pensiones para aliviar el impacto de la inflación, que actualmente se sitúa en un alarmante 236% anual. También incluía una actualización automática de los haberes según la inflación mensual y una cláusula anual que ajustaría los beneficios en caso de que los salarios subieran más que la inflación.
Mientras se realizaba la votación, sindicatos y organizaciones sociales protestaban fuera del Congreso, exigiendo un incremento en las pensiones. A pesar de estas presiones, el rechazo de Milei se mantuvo firme, y varios legisladores que inicialmente apoyaron la ley decidieron no votar para revertir el veto, asegurando así su continuidad.